Querida M,
En el disco Ezekiel de Itoiz hay una canción titulada
“Ezekielen ametsa” cantada por un niño que, por la voz, podríamos colocar entre
los ocho y los doce años. Es un disco que no debía ser de Itoiz, en realidad se
trataba del proyecto de musicar los textos de un poeta llamado Joseba Alkalde
sobre la evolución de un personaje llamado Ezekiel. Lo tenía puesto mientras
estaba con Unai en la bañera y al sonar esa canción Unai me hizo callar porque
me dijo que le gustaba mucho cómo cantaba aquel niño. Me preguntó si sabía cómo
se llamaba o si lo conocía. Y le dije que no, y que aquel niño ya no era un
niño, de hecho debía de tener mi edad, el disco es de 1980. Al salir del baño
miré el librito del CD y el nombre del niño es el único dato que no sale. La letra
decía “Anda la muñeca entre las olas, lleva vestidos de plomo sin resbalarse
por el rocío. Flores negras son sus testigos. Flores. Testigos. Ha ordeñado los
diarios (txorro, morro, piko, tallo, ke). Los piadosos embustes que contenían
se han quemado entre las manos. Mentiras. Quemadas”.
Hace tiempo ya, íbamos en el coche escuchando una selección
de mis canciones preferidas de los ochenta y nos dimos cuenta de un detalle
curioso. Si en un cedé caben unas veinte canciones, las once primeras que había
seleccionado eran de once grupos distintos de Madrid. Burning, Nacha Pop, Los
Secretos, Los Ronaldos, Zombies, Radio Futura, Pistones, Alaska y Dinarama, Los
Elegantes, Gabinete Caligari, no sé cuáles más. Nos llamó la atención porque
ahora mismo no podríamos nombrar un solo grupo madrileño que me interese lo más
mínimo. Algún día alguien debería hacer pagar a quien corresponda el páramo en
que ha convertido una de las regiones más culturalmente fructíferas de finales
del siglo XX. No hay músicos, ni cine, ni casi teatro que no provenga de
aquellos años. Lástima.
A mí Zombies no me gustaban demasiado. Sólo la canción
Groenlandia. Después cogí interés por Bernardo Bonezzi al hacer las bandas
sonoras de las primeras películas de Almodóvar (hasta “Mujeres”). Almodóvar lo
acabó cambiando al principio por grandes nombres como Morricone, Sakamoto o
Bregovic hasta que dio con el genio vasco de Alberto Iglesias y ya no lo ha
soltado más. Quizá sea una metáfora de todo. No lo sé. Bonezzi murió hace poco
y volví a ver el vídeo mítico de la canción “Groenlandia” en Aplauso. Me quedé
prendado al recordar a la chica que bailaba como un pato en el centro sin otra
función que dotar a la escena de una coreografía inolvidable. Se llamaba Tesa
algo… Me costaba recordar.
Esta semana triste, aparte de Itoiz he escuchado a Antonio
Vega. En mi profundo desprecio por la poesía moderna, Antonio Vega representa
un oasis. Sí, ya sé que era un cantante pop, pero encuentro en sus versos más lírismo que en cualquier libro de la editorial Visor. Hay
cantautores resultones, incluso genios del ripio, como Sabina, pero poetas o
aspirantes a poeta que logren su propósito, Vega parecía el último, mientras
Robe Iniesta siga en el retiro. Su último disco, ya casi sin voz, me sigue
poniendo los pelos de punta. Hay en él una extraña canción, con unos versos
preciosos pero que no son propios de él, busqué la letra, es ésta: “A trabajos
forzados me condena /mi corazón, del que te di la llave. / No quiero yo
tormento que se acabe, / y de acero reclamo mi cadena. / No concibe mi alma
mayor pena / que libertad sin beso que la trabe, / ni castigo concibe menos
grave / que una celda de amor contigo llena. / No creo en más infierno que tu
ausencia. / Paraíso sin ti, yo lo rechazo. / Que ningún juez declare mi
inocencia, / porque, en este proceso a largo plazo, / buscaré solamente la
sentencia / a cadena perpetua de tu abrazo."
Me llamaba la atención que Antonio Vega escribiera un
soneto. Así es como descubrí que esa letra no es suya, alguien me dijo que era de una tal Tesa
Arranz y así recordé el nombre de la bailarina extravagante. Hace nada me corrigieron para indicarme que se trataba de un soneto de Antonio Gala y me irrita mi error y lo poco que me gusta el poeta, pero ya no tiene remedio, discúlpame.
Un beso.
R.
P.S. Txorro, morro, piko, tallo, ke es la manera en que se llama el juego castellano “Churro, mediamanga, mangotero”. En catalán “Cavall Fort”.
P.S. Txorro, morro, piko, tallo, ke es la manera en que se llama el juego castellano “Churro, mediamanga, mangotero”. En catalán “Cavall Fort”.
El soneto no es de Tesa Arranz, sino de Antonio Gala.
ResponEliminaHola, muchas gracias por la corrección. Es cierta. Hace mucho que escribí ese texto y no comprendo bien qué pudo pasar. La autoría de la letra no era el motivo del texto sino que fue una consecuencia así que imagino que me limité a buscar en Google y di con el informante equivocado. Me enfada el error, suelo ser meticuloso con esas cosas y ahora, por más que busco, no encuentro la fuente que me llevó a él, al menos para saber cómo pudo pasar. De nuevo gracias y disculpas. Un saludo.
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