dijous, 6 de desembre del 2018

Miedo y asco en España Vol. 2


Querida M.,
El, en mi opinión, más bonito libro de Bernardo Atxaga (no el mejor) se titula en castellano “Dos letters”. Se trata de un curioso juego de temporalidades a raíz de la llegada de dos cartas desde su pueblo al buzón de un anciano vasco emigrado a los Estados Unidos. Como las cartas ya no se estilan, debo decirte que he recibido dos “whatsapps” en muy poco tiempo que me han traído hasta el teclado.
Por regla general borro todos los chistes, vídeos, fotos y sucedidos que me llegan al móvil sin ni siquiera abrirlos. Pero, ay, a veces caigo en la tentación. No hace mucho me llegó, de parte de un “amigo”, un viejo texto viral surgido del entorno neonazi de la web explicando al mundo la historia y las costumbres catalanas en un tono, digamos, despectivo. Por desgracia, a falta de libros, mi sensación es que el conocimiento de estas temáticas a lo largo de España se basa más en aquel texto plagado de mentiras y barbaridades que en ninguna otra opción más científica. Sin desearlo, me veo muchas veces obligado a salir en defensa de Cataluña por el mundo así que rogué a mi “amigo” que tratara de verificar algo de lo que decía aquel mensaje antes de contribuir a su viralidad bajo titulaciones poderosas tipo ”verdades como puños”, etc.
Los dos mensajes que me traen aquí hoy son de signo opuesto y muchos medios han puesto notable afán en viralizarlos, si se sabe distinguir entre medios, se puede llegar a una conclusión interesante, como, por ejemplo, qué tipo de individuo es el que te lo envía. El primero de los mensajes es de un profesor (imagino que de instituto) andaluz que se autoinculpa de no haber hecho bien su trabajo con alumnos que ahora ve seducidos por la extrema derecha de VOX. En sus mensajes a través de Twitter se reconoce como de izquierdas y abiertamente homosexual, con buena relación con esos alumnos que, a las primeras de cambio, votaron a un partido que restringiría sus derechos en cuanto tocara poder.
Desde el momento en que ese profesor declara su propio error de diagnóstico, el fallo del sistema educativo, es difícil criticarle puesto que lo hace él mismo. Destaca este hombre en esos alumnos cierto desprecio por los inmigrantes (eso que sí que es supremacismo), y un leve desdén a la hora de hablar de feminismo. Sin embargo, lo más notable es su exagerada “catalanofobia” (eso que sí que es adoctrinamiento) y su excesivo apego por los símbolos patrióticos (eso que sí que es ser facha), y reconoce su error al achacarlo a pecadillos de juventud. No tengo nada que reprocharle, su honestidad me enternece y me parece un ejemplo para muchos otros.
El segundo “whatsapp” es más peliagudo, me lo mandó el mismo “amigo” que tuvo a bien compartir la historia neonazi de Cataluña. Se trata de una carta abierta a Pablo Iglesias escrita por un tal Juan Manuel Jiménez Muñoz, que firma como médico y escritor. Su talento como médico soy incapaz de valorarlo, así que analicemos su talento como escritor. De entrada, es autor de una novela titulada “La flor de los celindos” publicada por Libros Encasa. Tras un nombre tan curioso, una somera investigación nos lleva a una de esas editoriales a las que el autor paga para que le pongan un ISBN y una tapas que le den pinta de libro normal a cualquier texto que haya salido de su procesador, sin filtro. Nunca sabré si el libro es bueno, malo o regular, lo único que puedo sacar de este hecho es que, al carecer de editorial o distribuidora que apueste por ellos, este tipo de autores son feroces en el uso de las redes sociales como medio de autopromoción.
Jugando a los lugares comunes, iba a decirte M., que su carta no tiene desperdicio, pero es al revés, la carta es en sí todo un desperdicio. Comienza con un escandalizado análisis electoral de los resultados de un pueblo de Málaga que conoce, Sedella. Si bien ya es arriesgada una comparación entre unas municipales y cualquier otro tipo de elección, su análisis comete una curiosa trampa que, lo más divertido, es del todo innecesaria. Jiménez Muñoz culpa a Pablo Iglesias del ascenso de la derecha (y el fascismo) en un pueblo tradicionalmente de izquierdas. Susana Díaz no tiene nada que ver en esto. Si se miran los resultados electorales de este pueblo parece evidente que tiene un alcalde del entorno de Podemos querido por la población (ya que sólo gana en las municipales), pero el autor nos escatima el dato de que la segunda fuerza más votada es el Partido Andalucista (PA), con más del 20%. El PA es un partido alineado con el centro derecha regionalista español (ése que allanó el camino al PP en muchos lugares donde le costaba penetrar) desde comienzos del siglo XXI, así que la cuenta del autor es un poco, digamos, tramposilla. La derecha ha pasado en Sedella de 70 votos en las andaluzas de 2015, a 94 en las municipales y a 105 (aunque no lo dice, cuenta un voto fijo que hay para Falange) en las últimas autonómicas. Como fino analista político podría haber cogido cualquier ejemplo mejor que éste.
Aún así, este hombre no se ha hecho viral por sus análisis electorales tramposillos, sino por lo que dice después, que la culpa del fascismo no es del fascismo, sino de los demás, que le llevamos la contraria. Como en muchos casos similares, su texto está lleno de verdades mezcladas con medias verdades, medias verdades mezcladas con mentiras y mentiras; así, las unas se tapan a las otras las vergüenzas y si cuela, cuela. Según su primera frase, cada vez que los que no sienten la palabra España (en este caso Iglesias) lo dicen, por su culpa nace un fascista. Cada vez que Iglesias dice “Viva Cataluña libre y soberana” nace un fascista. En este apartado, sería bueno recordar a Jiménez Muñoz que cuatro de los siete ponentes de la constitución de 1978, que hoy conmemoran los que más la desprecian, consideraban sin ambages que Cataluña es una nación, y que de los tres que no, dos ostentaban puestos de responsabilidad en el gobierno franquista. Según parece, los fascistas tienen una capacidad extraordinaria para nacer.
El texto se cura en salud usando la demagogia barata de la derecha, extrema o no, y se queja del mal funcionamiento de la sanidad, la educación, las farmacias… Cada vez que los servicios públicos funcionan mal nace un fascista, como si la derecha española se caracterizara por su defensa de lo público. Y se queja a Pablo Iglesias, como si Andalucía no estuviera gobernada por el PSOE con el voto de Ciudadanos. Aparte de estas quejas, hay algunas referencias populistas a las hordas de inmigrantes que amenazan la valla de Melilla, a si Iglesias tiene o no derecho a comprarse un chalé, a Chaves y Maduro y, cómo no, la culpa de todo ya no la tiene Yoko Ono, la tienen los catalanes. Ahí entramos casi todos, los independentistas, Iglesias, Ada Colau, yo, los que no nos sentimos patriotas, cada vez que abrimos la boca, nace un fascista. Mecachis.
Todo esto sería más de lo mismo de lo que llevamos soportando estos últimos años, pero me he dejado para el final algunos puntos interesantes para todos aquellos que tienen a bien compartir esta mierda como si los demás necesitáramos consumirla. Si cada vez que nos cagamos en Dios nace un fascista estamos jodidos. Si cada vez que hacemos un chiste sobre la bandera española nace un fascista estamos jodidos. Si cada vez que Borrell dice que los "indepes" le han escupido se lo cree un idiota que se hace pasar por escritor estamos jodidos. Y, por último, la mejor, cito literal: “Cuando Podemos de Zaragoza organiza unas Jornadas Antifascistas e invita como ponente a una exterrorista de Terra Lliure que asesinó a nueve personas, nace un fascista”. Me llamó la atención que alguien pudiera atribuir a Terra Lliure tantos muertos que no fueran los propios de su incompetencia como terroristas. Busco a qué puede referirse y encuentro que en su delirio catalanofóbico Jiménez Muñoz asocia una exmiembro del Grapo madrileña con el terrorismo catalán. Y hala, a seguir disfrutando de Pío Moa, que milita en VOX.
Al final del texto, el autor templa gaitas, se reconoce como el verdadero demócrata y dice que total, son cuatro años. Nos culpa a los demás del resurgimiento de los fachas y se va de rositas como si su complacencia con todo lo que está pasando no fuera la verdadera responsable. La semana pasada tuvimos reunión familiar y apareció un tío de mi mujer que llevábamos años sin ver (también de un pueblecito de Málaga, mira tú). Se echó una siesta y se unió a la sobremesa diciendo que él siempre había sido militante comunista, pero que, para decir toda la verdad, con Franco se estaba mejor, que si no abrías la boca no te pasaba nada, que no faltaba el trabajo; él que con todos sus hermanos emigró a Sant Vicenç dels Horts. Él, que ha pasado la mayor parte de su vida viviendo es ese pueblo lleno de inmigración andaluza, pero que en las municipales prefería a Esquerra Republicana porque quería a su alcalde, Oriol Junqueras, que lleva más de un año en la cárcel en prisión preventiva, sin juicio y con los recursos retenidos de forma indecente por el constitucional. ¿Dónde nacen los fascistas, Jiménez Muñoz, que yo los vea?
Un beso.
R.
P.S. Hace muchos, muchos años, en el programa de Andreu Buenafuente de la adoctrinadora TV3 debutó un grupo que llevó la rumba a su cénit en el siglo XXI. Estopa es un dúo de Cornellà que siempre se han manifestado como no independentistas pero partidarios de un referéndum legal para Cataluña como, según encuestas recientes, más de tres cuartas partes de la población. En la actualidad, las dos grandes renovadoras y diosas del flamenco moderno son Silvia Pérez Cruz (hija de Palafrugell y de cantantes de habaneras) y la inmensa Rosalía Vila Tobella (de Sant Esteve Sesrovires), ambas apadrinadas en algún momento por el extraordinario guitarrista barcelonés Refree. Hay que ver qué miseria de sistema educativo adoctrinador, excluyente y supremacista el nuestro. Qué vergüenza.
P.S.2. Como bien sabes, tendría que estar muy borracho para votar a Iglesias.

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